Alex Loza, director del Grupo Barcelona, cuyo recorrido en Paraguay está marcado por un compromiso profundo tanto con el desarrollo social como con la innovación en el sector inmobiliario. Con una sólida formación en Administración de Empresas y una especialización en tributación en España, Loza llegó a Paraguay inicialmente como voluntario, donde su trabajo en el ámbito educativo lo llevó a involucrarse con la Fundación ALDA, dedicada a mejorar la calidad de vida y la educación de niños y jóvenes en comunidades desfavorecidas.
En busca de maneras de financiar los proyectos de la fundación, Loza decidió explorar el mercado inmobiliario en un momento en que Paraguay comenzaba a estabilizarse macroeconómicamente. Así fue que en el 2007 nació el primer proyecto del Grupo Barcelona, el Edificio Barcelona en Villamorra, que marcó el inicio de una serie de desarrollos exitosos que han transformado el panorama urbano en Asunción y Encarnación.
Hoy, con más de 500 departamentos construidos y múltiples proyectos culminados, el Grupo Barcelona es un referente en el sector, con unidades de negocio que abarcan desde el desarrollo, construcción y administración de edificios hasta la hotelería. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Hotel Palmaroga y varios edificios icónicos en Asunción y Encarnación.
En esta entrevista, Alex Loza nos comparte su visión sobre la evolución del mercado inmobiliario en Paraguay, los desafíos que ha enfrentado en el camino, y su enfoque en combinar el éxito empresarial con un impacto positivo en la comunidad.
¿Cómo ha cambiado el desarrollo inmobiliario en Paraguay desde que llegaste hasta hoy?
El cambio en el desarrollo inmobiliario en Paraguay ha sido realmente impresionante. Cuando llegué, había muy pocos edificios en Asunción, y la idea de vivir en un departamento era algo relativamente nuevo para muchos. Los edificios estaban principalmente en el centro histórico, y la tecnología de construcción era bastante rudimentaria. Recuerdo que, al principio, me sorprendió ver que utilizaban puntales de madera en las construcciones, algo que en Europa ya había quedado obsoleto. Sin embargo, en los últimos 12 o 13 años, hemos sido testigos de un salto enorme en la tecnología de construcción. Hoy en día, es impensable construir un edificio sin grúa, pero en nuestro primer proyecto, lo hicimos sin esa tecnología.
Además, la profesionalización del sector ha sido notable. Los ingenieros, arquitectos y otros profesionales de la construcción han elevado los estándares, lo que se refleja en la calidad de los edificios que se construyen hoy. Sin embargo, a pesar de estos avances, el acceso al crédito sigue siendo un desafío significativo tanto para los desarrolladores como para los compradores finales. En los primeros años, era casi imposible obtener financiamiento, y lo poco que había era extremadamente caro. Aunque ha habido mejoras, aún es un área donde se necesita mucho trabajo para facilitar el acceso a la vivienda y al desarrollo inmobiliario en general.
¿Qué factores los motivaron a invertir en el centro de Asunción, especialmente con proyectos emblemáticos como el Hotel Palmaroga, en un área que otras empresas quizás han pasado por alto?
El centro de Asunción tiene un valor histórico y cultural que no se puede ignorar. Cuando decidimos invertir en el centro, sabíamos que estábamos apostando por un área que había sido olvidada por muchos, pero que tenía un potencial enorme. La historia del centro de Asunción es rica y profunda. Es el lugar donde la ciudad comenzó a desarrollarse, donde las primeras grandes obras arquitectónicas se llevaron a cabo, y donde se encuentra gran parte del patrimonio histórico del país.
Nuestro proyecto de revitalización del Hotel Palmaroga es un ejemplo claro de lo que creemos que se puede lograr en el centro. Al restaurar este edificio histórico, no solo preservamos una parte importante de la arquitectura de principios del siglo XX, sino que también demostramos que es posible devolverle al centro de Asunción su antigua gloria. Creemos firmemente que todos tenemos la responsabilidad de contribuir a que el centro vuelva a ser el corazón de la ciudad, no solo un lugar donde la gente trabaja, sino un área vibrante donde se vive, se disfruta y se celebra la historia de Asunción.
Habiendo participado en la restauración de edificios patrimoniales como el Hotel Palmaroga y el Palacio Ingrid, ¿cuáles considera que son los principales desafíos al restaurar y revitalizar edificios históricos en Paraguay?
Restaurar edificios históricos en Paraguay presenta varios desafíos, siendo uno de los más significativos la falta de incentivos para los inversores. Es esencial que haya una colaboración entre el sector público y el privado para revitalizar el centro de Asunción y otros lugares históricos. Por ejemplo, cuando decidimos restaurar el Hotel Palmaroga, nos enfrentamos a la realidad de que no había ningún tipo de apoyo financiero o tributario, que facilitara este tipo de proyectos. Creo que debería haber incentivos como exenciones impositivas para la construcción y para la rehabilitación de edificios patrimoniales. Si un inversor está dispuesto a poner su dinero en un proyecto que revitaliza un área histórica, debería recibir algún tipo de apoyo, ya sea en forma de créditos bonificados o exoneraciones de impuestos.
Además, la revitalización del centro no solo depende de los desarrolladores. Es fundamental que el área esté bien mantenida, con calles limpias, buena iluminación y seguridad. Estas son condiciones básicas que deben estar garantizadas para atraer tanto a inversores como a residentes. A veces parece que estos proyectos son complicados, pero en realidad, con una buena planificación y el apoyo adecuado, es mucho más sencillo de lo que se piensa.
¿Cuál es la clave para el éxito de proyectos inmobiliarios a largo plazo?
La clave para el éxito en el desarrollo inmobiliario a largo plazo radica en la construcción de relaciones de confianza. Cuando un cliente confía en ti, es porque has demostrado ser confiable y profesional en cada etapa del proyecto. Este vínculo de confianza es algo que se gana con el tiempo, a través de un trabajo honesto, transparente y comprometido. Es importante que los desarrolladores entiendan que no se trata solo de vender un inmueble, sino de acompañar al cliente durante todo el proceso, asegurándose de que su inversión esté bien protegida.
Otra pieza clave es la administración de los edificios una vez que están terminados. Mantener un edificio en buen estado a lo largo de los años requiere de un esfuerzo constante. No basta con construir algo hermoso; también es necesario asegurarse de que se mantenga así. La diferencia entre un edificio que sigue siendo atractivo y funcional después de 10 o 15 años, y uno que se deteriora rápidamente, está en la calidad de la administración. Esto incluye desde el mantenimiento de las instalaciones hasta la respuesta rápida y efectiva ante cualquier incidencia que pueda surgir. Es un compromiso a largo plazo que muchos subestiman, pero que es fundamental para el éxito sostenido de cualquier desarrollo inmobiliario.
¿Qué los motivó a expandirse más allá de Asunción y a desarrollar proyectos como Torres Bolik, Paraná Playa Departamentos y Paraná Playa Costanera en Encarnación?
La expansión a otras ciudades como Encarnación fue una decisión estratégica. A medida que la competencia en Asunción y el área metropolitana aumentaba, vimos la necesidad de buscar nuevas oportunidades en mercados menos saturados. Encarnación, en particular, nos llamó la atención por su crecimiento y su potencial para el desarrollo inmobiliario. Aunque enfrentamos desafíos, como la reticencia de la población local a vivir en departamentos, creemos que la ciudad tiene un gran futuro.
Encarnación es una ciudad con muchas cualidades: su costanera, su tranquilidad y su proximidad a Posadas la convierten en un lugar atractivo para vivir e invertir. Sin embargo, uno de los mayores desafíos es romper la estacionalidad que limita la actividad económica a los meses de verano. Si logramos desarrollar eventos y actividades durante todo el año, Encarnación podría convertirse en una ciudad muy interesante para vivir, no solo para los locales, sino también para personas de otras partes del país y del extranjero. La clave está en diversificar la oferta y hacer que la ciudad sea atractiva en cualquier época del año.
¿Qué consejo le darías a un extranjero que quiera invertir en el mercado inmobiliario en Paraguay?
Mi consejo para cualquier extranjero que esté considerando invertir en el mercado inmobiliario de Paraguay es que lo haga con prudencia y con una mente abierta. Aunque pueda tener mucha experiencia en otros países, Paraguay es un mercado único con sus propias particularidades. Es fundamental tomarse el tiempo para entender la cultura local, las normas y regulaciones, y las dinámicas del mercado. Aunque compartimos el idioma, la forma de hacer negocios aquí es diferente, y es necesario adaptarse para tener éxito.
He visto a muchos extranjeros, especialmente españoles, que vienen con la idea de que podrán replicar exactamente lo que han hecho en su país de origen, pero rápidamente se dan cuenta de que necesitan ajustar su enfoque. Adaptarse a las costumbres locales, construir relaciones y entender el mercado desde dentro es crucial. Además, es importante trabajar con socios locales de confianza que puedan guiarte en el proceso y ayudarte a navegar las complejidades del mercado inmobiliario paraguayo.
¿Cuál me dirías que es una de las principales lecciones que aprendiste desarrollando acá en Paraguay?
Una de las principales lecciones que he aprendido es la importancia de hacer las cosas bien desde el principio y mantener una actitud de servicio ante cualquier eventualidad. En cualquier proyecto de construcción, siempre habrá imprevistos, pero lo que realmente importa es cómo respondes a ellos. Ser honesto, trabajar duro y estar dispuesto a acompañar al cliente durante todo el proceso es crucial.
La confianza es un pilar fundamental en nuestro negocio. Sin confianza, no hay relación a largo plazo. He aprendido que es esencial no solo cumplir con lo prometido, sino también superar las expectativas del cliente, siempre que sea posible. Además, es vital tener un enfoque en la calidad, no solo en lo que es visible, sino en todos los aspectos del edificio. Estas son las cosas que realmente importan a largo plazo, y que a menudo pasan desapercibidas cuando se evalúa un edificio.
Ser parte de la CAPADEI (Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios) también nos ha ayudado a mantenernos alineados con las mejores prácticas del sector. Es un sello de calidad que garantiza que los desarrolladores están comprometidos con altos estándares en todas las etapas del desarrollo inmobiliario. Asegurarse de que todos los aspectos de un proyecto se realicen con la máxima calidad es lo que realmente diferencia a un buen desarrollador.